martes, 13 de julio de 2010

Rol docente en nivel inicial

Enseñar en el Nivel Inicial es dar: conocimiento y afecto, confianza, calidez, ternura, cuidado; es acunar desde los primeros años con "brazos firmes pero abiertos" que ofrezcan seguridad y posibilidad de autonomía; es alertar sobre los peligros, es mostrar el mundo y cómo andar en él, es saber retirarse cuando el bebé y el niño manifiestan que pueden resolver por si solos. 

 Nutrir implica no sólo ofrecer la comida, el biberón, etc.; nutrir refiere a ofrecer junto con el biberón la contención afectiva, el sostén, los brazos que ofrecen la calidez humana que hacen del momento de la alimentación una experiencia plena que se desea repetir porque produce bienestar físico y emocional.
“La Enseñanza en el Nivel Inicial exige una definición propia, refiere a todo el conjunto de acciones que despliega el adulto para que los bebés y los niños crezcan en un ambiente seguro y enriquecedor, que potencie el desarrollo en sus diferentes dimensiones (física, afectivo-social, cognitiva, lingüística, artística, etc.) al mismo tiempo que se le ofrezca como un "universo a descifrar, construir, transformar". Enseñar en el Nivel Inicial supone acompañar al bebé y al niño en la construcción de los significados, ofrecer experiencias de observación, exploración y experimentación para ampliar y enriquecer el conocimiento de las características del mundo físico y natural".
”No podemos seguir sosteniendo la creencia de que un maestro puede responder con sensibilidad a las demandas del niño cuando utiliza su “sentido común”, o porque tiene “condiciones naturales” para ello. La capacidad para responder a las demandas infantiles no puede quedar librada a los rasgos de personalidad o al carácter del docente. Son cuestiones que se deben enseñar desde la etapa de formación para que la futura maestra posea los elementos teórico-prácticos necesarios para aprender a observar a los niños e interpretar sus comportamientos. Tenemos que formar docentes capaces de aprender a leer el lenguaje, las diversas formas de expresión de los niños pequeños, que no necesariamente son el lenguaje de las palabras, sino el de los gestos, de las miradas, de las vocalizaciones, de la temperatura del cuerpo.